¿Ganamos? Sí. ¿Goleamos? Sí. ¿Convencimos? A mí por lo menos, no del todo.
Anotar seis goles seis en partido oficial no lo veía desde que en las eliminatorias mundialistas jugaban todavía equipos como Martinica, San Vicente o Saint Knitts. Justo cuando Luis Roberto Alves Zague "Zaguiño" era el delantero indiscutible del Tri y el maestro Benjamín Galindo era el cerebro orquestador. Y la marca del uniforme era Atlética. Hace ya varios ayeres de eso.
Y además en esta ocasión el rival fue Paraguay, jugando en cancha "neutral" dentro de la Copa América. Un equipo que tiene varios jugadores que militan en equipos mexicanos y que se puede decir que "conocen" y de sobra, a nuestro futbol ; además, claro, de que le está quitando el lugar de selecciones destacadas debajo de los grandes (Brasil y Argentina), a algunos de los fuertes equipos tradicionales sudamericanos como Chile o Colombia.
Sin embargo no estoy satisfecho. "Estás loco" dirán, "Le tienes envidia", "No hay peor ciego que el que no quiere ver" y demás frases del tipo. Yo sólo les contestaré: Me encantaría que Hugo me callara la boca y me dijera: "Vamos macho, soy lo que la selección siempre necesitó".
Las estadísticas están en mi contra:
1. En la Copa Oro se llegó a la final cuando, después de la accidentada primera etapa, nadie lo creía posible. E incluso durante algunos minutos Hugo y su selección nos hizo soñar que finalmente se le ganaría a Estados Unidos jugando de visita gracias al gol de Guardado, aunque el destino nos reservaría una mala pasada de nuevo para terminar el torneo con un amargo sabor de boca.
2. Se le ganó a Brasil con un 2-0 contundentemente sin el estigma de que "estuvo arreglado", como aquella final de la Confederaciones.
3. Se pasó como primer lugar de grupo en la copa América incluso terminando invictos la primera ronda.
Sin embargo hay detalles que no me convencen como el hecho de que el señor Hugo Sánchez nunca ha sabido plantear tácticamente un partido y, por supuesto tampoco modificarlo sobre la marcha cuando algo no está saliendo bien.
Ahora que claro, pueden tener un auxiliar técnico como en este caso Egea, pero cuando estas personas lejos de hacer lo que les pagan por hacer, generan fricciones, como el caso de Carlos Salcido, pues la cosa se pone peor.
Y no hay que olvidar que desde su paso por Pumas siempre se evidenció su incapacidad para leer los partidos y hacer los cambios en consecuencia. Baste recordar que más de la mitad de los cambios que realizaba antes de salir al segundo tiempo, los realizaba para sacar a aquellos jugadores que estaban "en riesgo" por tener una tarjeta amarilla.
Y para terminar, está el tema nada transparente de su representante. Ya desde que dirigía a los Pumas de la UNAM se rumoraba que los jugadores que eran alineados como iniciales tenían que pagarle una cuota al representante, que curiosamente es socio de Hugo en una empresa que tienen en común, casualmente la misma que recibía estas contribuciones.
Este tema se revivió cuando Francisco "Kikín" Fonseca fue relegado de la selección para la Copa América sin razón aparente, aunque se dice que fue porque el representante le exigió el pago de su comisión por el traslado del jugador de los Pumas al Cruz Azul.
Pero bueno, sigo pensando exactamente como cuando Hugo fue elegido Director Técnico de la Selección Nacional: Ojalá que le vaya bien, porque significa que le va bien a México. Y si no, mejor, para que así se calle la boquita y se largue con la cola entre las patas a dirigir a los "merengues", como dice que es su destino.
Por lo pronto, como aficionado les digo: ¡Venga México, a vengarse de los chés! ¡Y a darle la emoción que se le debe a la afición desde la Copa Oro!
La Flama Garibay
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